¿Se puede cambiar la hegemonía financiera en el capitalismo actual?

¿Se puede cambiar la hegemonía financiera en el capitalismo actual?

En los discursos emitidos por el presidente Alberto Fernández, tanto en la celebración del 9 de julio –donde estuvo rodeado de dirigentes de los principales grupos económicos empresarios y del triunviro de la CGT– como en la reunión con el Encuentro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, se expusieron algunas definiciones que nos parece importante retomar para el debate.

 I.- El planteo del presidente Alberto Fernández  

¿Qué dijo el presidente?, Clarín, 8-7-20, pág. 20: Encuentro de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa. Alberto F. criticó ante empresarios la lógica financiera del capitalismo. El presidente, a tono con el Papa, dijo que no hay salida fuera del capitalismo. Pero llamó a cambiarlo.” Muy en línea con lo que plantea el Papa Francisco, Fernández señaló: “Los imperios económicos olvidaron lo mejor del capitalismo y se aferraron a lo peor del capitalismo, que es la lógica financiera. (…) Y si bien el Presidente sostuvo que no hay salida fuera del capitalismo, habló de cambiarlo.” (…) Cuando en el capitalismo tuvo más importancia el gerente financiero que el gerente de producción, el capitalismo comenzó a ser un capitalismo menos noble y más débil, destacó el presidente.” 

Tomamos esta definición porque es, a nuestro juicio, la cuestión más importante, estratégica por decirlo así, para un cambio de rumbo, dado que si es el capitalismo en general el que necesita ese cambio, más aún lo es en la Argentina frente al desastre en que se encuentra el país y que heredó el actual gobierno. Pero, dejando de lado la calificación de ¿“noble”? al capitalismo “anterior”, nos preguntamos ¿es posible cambiarlo? ¿es posible retornar al capitalismo “productivo”?

Aclaramos, antes de seguir el razonamiento, que tanto el capitalismo comercial, como el productivo y el financiero, existen en simultáneo. De lo que se trata es de comprender cuál es el determinante y por qué.

 II.-El actual presidente argentino no es el primero, ni mucho menos, en cuestionar la financierización del capitalismo en la época actual.   

En primer lugar, retomemos un fragmento del libro “La Guerra del Siglo XXI” (1992) de Lester Thurow (1938- 2016). Thurow fue decano de la Sloan Business School del MIT (Massachusset Institute of Technology) y también profesor de Economía. Reconocido en todo el mundo como experto líder en asuntos económicos y su relación con la política. Desde la publicación de “La Sociedad de Suma Cero”, ha sido una importante voz en la creación de plataformas políticas y de política económica nacional de los Estados Unidos.  Fue editor colaborador en Newsweek y miembro del Consejo Editorial de The New York Times.   

(Página 327): “El capitalismo norteamericano abunda en inversores financieros de todas las proporciones y variedades, desde el hombre de la calle hasta los gigantescos fondos de pensión de los especuladores que desean enriquecerse de prisa y los especialistas de las capturas de empresas. En la década de 1980 los vikingos financieros estaban en todas partes haciendo incursiones en perjuicio de todos. Su eliminación temporal no basta. Dicho de otro modo, el capitalismo norteamericano necesita un trasplante de corazón. Los traficantes financieros que se han convertido en el corazón del capitalismo norteamericano tienen que ser apartados y sustituidos por capitalistas reales que puedan convertirse en el corazón de un renacimiento industrial norteamericano. Lo que falta en Estados Unidos es el auténtico capitalista de viejo estilo: esos grandes inventores de antaño, que a menudo inventaron las tecnologías que ellos mismos aplicaban, y cuya riqueza personal estaba ligada de modo inextricable con el destino de sus gigantescas empresas. Se extraña su ausencia.”  

(Página 328): “Hoy, con muy pocas excepciones, los capitalistas de viejo cuño han desaparecido y no es posible resucitarlos. En conjunto las instituciones financieras como los fondos de pensión, las fundaciones o los fondos mutuos son los dueños del 60 al 70  por ciento de la mayoría de las empresas conocidas públicamente.”  

Como vemos, atento a este autor, ya hace más de 40 años que ese proceso financiero se había impuesto y consolidado; y ya hace 30 años que se cuestionó su papel.

Sin embargo, el proceso evolucionó y continúa en movimiento… ¿hacia dónde?

Luego del estallido de la crisis mundial en el 2008: “La historia oficial de la caída de Lehman Brothers. La advertencia era ominosa: “Destrucción global masiva de la riqueza”. Eso es lo que los ejecutivos  del Lehman Brothers Holdings Inc. pronosticaron antes de declarar la mayor quiebra de la historia de Estados Unidos. “Afecta a todas las instituciones financieras”se leía en uno de los puntos de un memorando confidencial preparado por funcionarios gubernamentales y obtenido por Bloomberg News. “Los activos de los inversores minoristas y jubilados se verán devastados.”  (Clarín, 20-9-09, de Bloomberg).

Cámara lenta. Escenario. Y esas mismas firmas y esos mismos bancos, dice Berenson en el International Herald Tribune, siguen vendiendo y comercializando  los mismos instrumentos financieros  altamente especulativos que supuestamente  causaron la crisis. Sigue reinando en Wall Street la vieja cultura de tirar la moneda: si sale cara ganas; si sale ceca, te rescatan.” (Página12, 20-9-09, por Santiago O’Donnell). 

Finalmente, ¿qué ocurrió? “La especulación, el costo oculto de los commodities. Los inversores financieros que eran menos del 25 % del total de actores del mercado en la década del ‘90, representan actualmente el 85 %.” (Clarín, 23- 9-12, supl. “iEco”).

Tal como indican las notas, “el hombre de la calle” del que hablaba Thurow se acabó, fue borrado del mapa por el capital financiero. Dicho capital se concentró, y la cosa no paró en el 2012, siguió concentrándose y hoy los mercados financieros están totalmente en manos de los especuladores, “los Vikingos financieros que perjudican a todos”. La cosa se movió, pero no para atrás, no hacia el retorno de “esos capitalistas reales de la industria” norteamericana. Pero hay más, muchísimo más.  

“El 5 de Julio del 2009, en el acto de los 90 años de la creación de la Organización  Internacional del Trabajo (OIT), en su discurso el presidente  de Francia, Sr Sarkozi, dijo: (…) Frente a un capitalismo financiero que ha enloquecido a fuerza de no estar sometido a ninguna regla, ¿sería razonable acaso seguir esperando?,  ¿Hay que esperar que la crisis económica, financiera, social y ecológica se transforme en crisis política de escala planearía para decidirnos por fin a cambiar, corriendo el riesgo de que entonces ya sea demasiado tarde? (…) Lo que es quimérico e irresponsable, es creer que este sistema de especulación, de rentas, de dumping, que condujo a la globalización al callejón sin salida en que se encuentra, habrá de continuar indefinidamente, que vamos a poder seguir dándolo todo al capital financiero y nada al trabajo, que los mercados financieros van a poder  seguir imponiéndose  a toda la economía, a toda la sociedad, su obsesión por la rentabilidad a corto plazo, obnubilada por los gigantescos efectos de palanca de endeudamiento.” (…) “Evidentemente no se resolverá nada  si no se soluciona antes  la cuestión del capitalismo  financiero, que impone a la economía su propio sistema  y sus propias normas (…) El mundo ha rozado la catástrofe, ¿debemos arriesgarnos a que esto se repita?” 

Como vemos, en 2009, casi veinte años después de la advertencia de Thurow, siguen los reclamos. Esta vez en boca del presidente de Francia, uno de los países del llamado Primer Mundo”. ¿Qué había ocurrido? La crisis había estallado en pleno EE.UU., se expandió desde allí a todo el mundo y en particular a todo el Primer Mundo.

Pero, así y todo, se equivocó Sarkozi: hoy la crisis económica, financiera, social y ecológica ya se transformó en crisis política de escala planetaria y sin embargo lejos están de decidirse por fin a cambiar. Era, y es, perfectamente lógico. Es la propia lógica del proceso histórico y económico, su lógica interna. 

III.- Cómo fue el proceso

Las causas de la llegada de la “globalización” no eran otras que, por un lado, la enorme acumulación del capital, sobre todo (pero no solo) financiero y, por otro lado, el permanente e impetuoso avance tecnológico. Ambos procesos llegaron y chocaron contra los límites de los insuficientes lugares de inversión financiera rentables para la magnitud de capitales existentes, y de mercados de consumo insuficientes para la capacidad productiva de la nueva tecnología. Esto impuso la necesidad de eliminar las trabas proteccionistas que obstaculizaban el acceso a muchos otros lugares, como la Argentina, donde era fácil ganarle la pulseada al capital local y acceder a sus lugares de inversión rentables.

Con anterioridad, el consumo natural y necesario del mercado de las sociedades ya era desbordado por la producción creciente. Perón lo alerta ya en ¡¡1953!! Siendo presidente de la república pronunció un discurso el 11/11/1953 en una conferencia en la Escuela Nacional de Guerra: “Es indudable que el mundo, superpoblado y superindustrializado, presenta para el futuro un panorama que la humanidad todavía no ha conocido, por lo menos en una escala tan extraordinaria. Todos los problemas que hoy se ventilan en el mundo son, en su mayoría, producto de la superpoblación y superindustrialización, sean problemas de carácter material o sean problemas de carácter espiritual. Es tal la influencia de la superproducción y es de tal magnitud la influencia de la técnica y de esa superproducción, que la humanidad, en todos sus problemas económicos, políticos y sociológicos, se encuentra profundamente influida por esa circunstancia.” (Juan D. Perón,  Latinoamérica, Ahora o Nunca, Ediciones Fabro, pag.62).

¡¡¡Hace 67 años!!!  Como vemos, ya era previsible. Claro que todavía quedaba margen para maniobras, ocultamientos, trampas, etc. Pero ahora ya se acabó ese margen. 

Así, ese desarrollo productivo hizo necesario convertir a los consumidores a una psicología consumista. Pero la tecnología siguió avanzando y con ella la producción, entonces hizo falta exacerbar el consumismo hasta llegar al mercado consumista endeudado. Y luego, endeudado al extremo. Y eso siguió su curso hasta que las familias, los países, los bancos y las empresas estaban y están en un nivel de endeudamiento que ya no solo no pueden pagar el capital que deben, sino siquiera los intereses de esa deuda… y estalla la crisis.

¿Y qué puede pasar en ese estallido? ¿acaso pueden ganar  y sobrevivir los capitales más chicos, los pobres, la salud y la educación pública, etc.?  No, sucede lo normal y lógico de acuerdo a esa lógica interna del proceso: se imponen los capitales más grandes y se concentra el capital. Y dentro del funcionamiento del sistema capitalista, de sus propias leyes (por supuesto no de las leyes escritas sino las reales, las que suceden, las que se imponen por la fuerza del poder económico), no hay posibilidad de que ocurra otra cosa. Solo una fuerza popular organizada y con claridad sobre este curso de las cosas puede impedirlo. Si esto ocurre, entonces vale plantearse esta metáfora: si un ladrón entra a una casa para robar y es reducido por el dueño ¿acaso este le va a exigir al ladrón que le robe menos? No sería lógico, verdad?

Mientras tanto, veamos las deudas: 

La Nación, 23-09-12, pág. 8: “Deuda total de EE.UU.: 350 % del PBI de EE.UU. (Fuente  FED, Banco Central de EE.UU.).”  Página12, supl. Econ., 11-11-12: “El peso de la deuda. En 2011, la deuda total de Japón era 512 % de su PBI, seguido por el Reino  Unido, con 507 %, sumando la deuda estatal, provincial o municipal, individual, hipotecaria, financiera  y bancaria del país.”    

Clarín, supl. “iEco”, 13-09-09, pág. 3, del The Washington Post: “Cuando el año pasado se desató la crisis crediticia, el Estado bombeo miles de millones de dólares a las mayores entidades financieras de EE.UU. porque esos bancos eran tan grandes que se temía que su quiebra arrastrara a todo el sistema financiero. Hoy la mayoría de esos gigantes son todavía más grandes. La crisis puede estar resultando muy buena para algunos de los megabancos que dominan el sistema financiero de EE.UU. De junio del 2007 a marzo del 2009 crecieron “Bank of América”+ 130 %; JP Morgan Chase + 51%; Wells Fargo + 43  %.”   

Clarín, 25-09-09, pág. 29, artículo de Luiz Inacio Da  Silva, Lula, presidente de Brasil: “Hay una resistencia feroz a mejorar los mecanismos de control de los mercados financieros. Los bancos están volviendo a aplicar las mismas prácticas que precipitaron el caos reciente.”  

Refiriéndose a esto, la revista “Noticias”, 28-07-12, pág. 43: ”Capitalismo de “banksters”. El escándalo de la manipulación de la tasa Libor reside en que se hizo por iniciativa y con el consentimiento  del Banco de Inglaterra. Este episodio sin precedentes colocó bajo la luz de los reflectores de la actualidad al puritano Banco de Inglaterra que, hasta ahora, estaba considerado como garante de la integridad moral de la City. “Esto huele peor que una cloaca”, reconoció el ministro de comercio Vicent Cable. “No hay ninguna ética. Estamos ante un nivel repugnante de cinismo y codicia. Esto sugiere que existe un problema de fondo”, afirmó Adair Turner, miembro de la Autoridad de Servicios Financieros.” (Luego volveremos acerca de ese “problema de fondo”). 

Clarín, supl. “iEco”, 7-10-12, del “Le Monde”: “Londres con la credibilidad cuestionada. La City busca salir del oprobio. Para el gobierno británico es urgente restablecer la reputación del sector bancario británico degradado por una cadena de escándalos. Barclays y el Royal Bank of Scotland – con un 80 % nacionalizado tras su rescate en medio de la crisis financiera—están en la mira de la justicia por la manipulación de la tasa (de interés interbancario) Libor. (…) Los errores y abusos de los señores del dinero desataron los comienzos de una crisis financiera que estalló hace 5 años con la quiebra del banco británico Northem Rock. “Modificar el modo de pensar de nuestra profesión puede llevar al menos 10 años”,  afirma Stephen Hester, director general del Royal Bank of Scotland”.  

Y ni hablar de los “Paraísos Fiscales”, del lavado de dinero, del robo electrónico entre bancos, etc. 

Veamos ahora cómo se encaró la regulación de la banca luego de la gran crisis del 2008. ¿Qué pasó y qué pasa con la regulación al sistema financiero?.   

La Nación, 07-10-12, pág. 14, del The Wall Street  Journal: “El Comité de Basilea, regulador bancario mundial pidió al Grupo de los 20 países industrializados y en desarrollo que presionen a EE.UU. y a la Unión Europea para que expliquen sus deficiencias en la implementación de reglas para hacer el sistema financiero más seguro. Allí se encuentran 23 de los 29 bancos considerados como potenciales amenazas y ambos habrían diluido puntos claves de Basilea III.”  

Vale aclarar que el Comité de Basilea es considerado el Banco Central de los Bancos Centrales, y así se  lo menciona frecuentemente; Basilea III es un Acuerdo Marco Regulador Global para reforzar los bancos y sistemas bancarios; pero los grandes bancos de EE.UU y Europa han “diluido” los puntos claves de esos acuerdos para seguir haciendo estafas como las que dan cuenta las noticias anteriores; mientras que los gobiernos europeos y de EE.UU. “tienen deficiencias” para ejercer el control, o sea, miran para otro lado.

Pero, en definitiva, ¿cómo termina el asunto de la regulación a la banca mundial?  ¡¡¡ tan solo un mes después!!!   Clarín, 13-01-13, supl. “iEco”, del The New York Times:Finanzas Basilea III. Un paso atrás en la regulación de los bancos. Lamentablemente, un comité de banqueros centrales y reguladores de más de 20 países se rindió ante el lobby de los grandes bancos y flexibilizó importantes normas cuyo objetivo era fortalecer el sistema financiero mundial.  

Al anunciar nuevas normas de liquidez para los bancos, el Comité de Basilea para la Regulación se desdijo  -y no por primera vez- de lo que inicialmente exigía, y la norma de liquidez que quedó en pié fue mucho menos rigurosa de lo que los bancos y los mercados financieros esperaban. 

Y ahora el plazo para dar cumplimiento a los requisitos es hasta el 2019, no hasta el 2015. Cada país decidirá cuándo y de qué manera implementar las normas.  

Por unanimidad, el comité volvió atrás sobre las denominadas normas de Basilea III -del 2010- para volverlas “más realistas”, dijo Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra.  

El problema es que los nuevos activos aceptados como líquidos son justamente los que en el 2008 los bancos tuvieron dificultad para valuar y transar. Confiar en ellos para que aporten liquidez durante una crisis es una receta para el desastre, dijo Anat Admati, profesor de Finanzas en Stanford. 

Los grandes bancos saben que en una crisis probablemente recibirán créditos de emergencia y capital de los bancos centrales y de sus gobiernos, así que ¿por qué atar sus reservas a activos que dan retornos apenas modestos? 

A cuatro años de la quiebra de Lehman Brothers, la dilución de los requisitos de liquidez sugiere que una vez más los bancos están dictando las políticas de modo que pondrán al mundo en mayor riesgo de otra crisis.”  (Hasta aquí la cita de Clarín). 

Y esto lo informa Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, ese banco que “huele peor que una cloaca”.

Algunos títulos y fechas de otros artículos:

*Clarín, 2-3-09, por J.G.Tokatlian: “Lazos entre el narcotráfico y la crisis financiera global”. 

*Clarín, 9-9 12, (de un artículo publicado en el The New York Times):  “La mafia usó la crisis global para expandir sus negocios”. Las grandes “lavanderías” del dinero sucio del mundo no son más las Islas Caymán o De Man, como hasta ahora. O, al menos,  no son los únicos sitios. Los han reemplazado los más grandes centros  financieros mundiales: Wall Street y la City de Londres”. 

*La Nación, 30-10-12, pág. 3: “Alarma a Alemania el record de casos de lavado de dinero”. 

*Clarín, 8-12-12: “Zucman: “El dinero escondido en paraísos fiscales, equivale al 10 % del PBI mundial”. 

 

Y podríamos agregar centenares de notas más de diversos representantes del sistema. Como vemos, la “lógica” financiera se mueve en la economía, pero ella no crea valor económico, eso lo hace  la industria; ni tampoco realiza ese valor económico, eso lo hace el comercio.  La función financiera es parásita, y en la actualidad (desde hace muchísimo tiempo) es, por un lado, parásita y delictiva; pero, por otro lado, ha llegado a preponderar en forma determinante en el movimiento económico del sistema capitalista.  

IV.- Cómo se engendró la “lógica financiera” en el capitalismo (o la etapa de preponderancia financiera) 

¿Preponderancia sobre qué? Primero sobre la etapa de preponderancia comercial y luego sobre la etapa de preponderancia industrial. ¿Cómo fue esa secuencia del proceso capitalista?

Al comienzo existió el simple trueque e intercambio de objetos útiles en pequeños mercados locales, donde se llevaban los excedentes del trabajo de cada familia. Con el tiempo eso se convirtió en regular y permanente, lo que fue llevando a la aparición de talleres artesanales, con lo cual hace su aparición metódica y sistemática la división del trabajo, cada taller producía un tipo de cosas útiles. Y el desarrollo de esa producción incipiente pero sistematizada llevó a que ese intercambio de cosas útiles a través del trueque se convirtiera en compra-venta, y a la aparición de los mercaderes, que llevaban esas mercancías a otros mercados, los vecinos primero y los más alejados después. Así hace su aparición el capitalismo comercial. Con el tiempo el desarrollo y la extensión del comercio exige más y más mercaderías para agrandar las ganancias de mercaderes y comerciantes, y de esta forma el que llevaba la batuta, el preponderante en ese momento, el capital comercial, exige y empuja más y más el avance productivo. Llegado un punto esa exigencia de la vida comercial de disponer de más productos y mercaderías, va elevando la importancia de la producción, y por la misma lógica interna que llevó al comercio de compra-venta a imponerse sobre el simple trueque e intercambio limitado, ahora es el capital industrial que comienza a preponderar sobre el comercial, hasta que finalmente se impone como determinante en el movimiento económico. Con el tiempo, el desarrollo del capital industrial llevó a la saturación de los mercados internos de los países más adelantados y agudizó la competencia entre ellos, lo que derivó en la lucha por mercados y las fuentes de materias primas, eso dio lugar a la política colonialista; llegado ese punto el papel de los bancos, las acciones e inversiones de capital elevó el papel del sector financiero. Entonces, esa lucha por los mercados y las fuentes de materias primas que llevó a la política colonialista derivó en guerra mundial, y esto exigió inversiones de capital y créditos para llevar adelante la guerra.

En EE.UU., libro de Jeremy Rifkin “El fin del trabajo”,  pág. 40: “A medida que la productividad se disparaba durante los años ‘20 y un creciente número de trabajadores  se quedaba sin trabajo, las ventas descendieron en forma más que dramática. Enfrentados a una situación de sobreproducción y con un número de compradores insuficiente, la comunidad empresarial empezó a poner en marcha sus mecanismos de relaciones públicas para relanzar el consumo público.”   Y en página 45 : “A mediados de la década de los años ‘20, los premios y otros tipos de regalos  se convirtieron en algo absolutamente común. Sin embargo, nada tuvo tanto éxito en la reorientación da los hábitos de compra de los asalariados americanos como el concepto del crédito a los consumidores.” 

¿cuál es ese “problema de fondo” entonces?  The New York Times, reproducido por Clarín, el 21-02-99, supl. económico, pág. 18: “Entre  1986 y 1996 las inversiones privadas japonesas en Asia agregaron un potencial industrial equivalente a tres Francias.”   

Vemos como cada avance productivo exige y explica entonces el límite a que nos referimos: Clarín, 28-8-11: “El negocio del acero ya no es inoxidable”. Desde el 2000 las siderúrgicas y al compás del crecimiento global  se multiplicaron en varios continentes y generaron lo que hoy los expertos llaman sobreproducción. Según la Cámara Argentina del Acero el exceso de capacidad se calcula en 400 millones de toneladas. Esa cifra representa más de 70 veces la producción argentina.”  

Y, un año después, en Clarín, 16-12-12: “La crisis global oxida el negocio del acero. Hoy hay sobreproducción de acero, estimada en 522 millones de toneladas y equivale a 100 veces la producción argentina.” 

La Nación, 17-12-12, del The  Wall Street Journal: “Arcelor Mittal  (la multinacional del acero más grande del mundo) ahora da prioridad  a la rentabilidad sobre la expansión.” Mittal indicó en la entrevista que cuando azotó la crisis financiera del 2008, pensamos que se trataba de un cambio cíclico y ahora nos damos cuenta de que es permanente.”   

La Nación 19-12-12, pág. 19: “Paolo Roca, presidente del Grupo Techint, la multinacional más grande de la Argentina: Teníamos esperanzas de una recuperación de la crisis mucho más rápida. Ahora vemos surgir factores estructurales.”    

The Wall Street Journal, publicado en La Nación 27-04-15: “La economía mundial nada en la abundancia como nunca antes, no solo de materias primas, sino también de capital y mano de obra. “La noción clásica es que no se puede tener una condición de exceso de oferta, la ciencia de la economía se basa en la escasez”, afirma Daniel Alpert, banquero de inversión.” 

Wall Street Journal, publicado en La Nación 3-9-15: “La maldición de la abundancia”.  

El Economista, 9-10-15: pág. 6: “Las magras perspectivas de crecimiento para la demanda global, y por ende, para la expansión de las economías,  genera un círculo vicioso, en el FMI lo llaman “la nueva economía mediocre” (por M. Obstfeld, nuevo economista  jefe del FMI). Y en pág. 8, por Martín Wolf, periodista y economista  jefe del Financial Times (diario de los más grandes financistas mundiales):  “Larry Summers (economista de mayor renombre de EE.UU.) lo llama “estancamiento secular”, yo lo llamo exceso de ahorro y demanda deficiente crónica”. 

¿No es evidente que se choca con los límites de la sobreproducción crónica?  

Ya en Clarín, supl. económico, 24-6-07: “El problema de fondo es que hay un tsunami de capitales en el mundo, y las olas están por todas partes. Martín Wolf, el economista-oráculo del Financial Times, escribió el martes: “Las finanzas han estallado. Ejemplos:  

  • Los activos financieros son hoy el triple del PBI mundial.
  • Los derivados financieros (opciones, futuros, swaps) se multiplicaron por 82 entre el 1990 y 2006.
  • Los fondos de inversión (especulativos o no) pasaron de 610 a 9.575 en el mismo periodo.

Sálvese quien pueda.”  

Clarín, supl. económico, 30-9-07, por Paúl Samuelson, premio Nobel de economía: “En la segunda mitad de la década del ‘90, la innovación tecnológica  aumentó la productividad del mundo y de los EE.UU. Esto a su vez generó una burbuja bursátil en Wall Street.”  

Y el aumento de la productividad ¿cómo se vincula con la generación de burbujas bursátiles (financieras)? Es que el avance tecnológico implica, por un lado, mayor producción, competencia feroz para vender esa producción y seguir en carrera (esto exige renovación cada vez más frecuente de tecnología, mayor productividad, mayor producción… y se realimenta el círculo), y por otro, requiere mayores cantidades de materias primas, materias auxiliares, etc., lo cual implica inversiones de capital mayores y más frecuentes; y a la misma vez, achica la mano de obra que se necesita (no hay que olvidar que, en última instancia, la ganancia proviene solo y exclusivamente del trabajo humano). Conclusión, el movimiento económico de la producción agranda sin cesar la necesidad de inversiones de capital mayores en la producción y, a la vez, achica la ganancia obtenida de esa inversión. Además, la abundancia de producción agudiza sin cesar la competencia poniendo en duda el éxito del negocio.

 ¿Cómo sigue esto?, lo responde Paul Samuelson en Clarín, 27-01-08: “Hoy en día las bancarrotas a nivel mundial y los problemas macroeconómicos  conducen directamente a las travesuras  de la ingeniería financiera.” 

¿A qué se refiere cuando dice “travesuras”?, enseguida lo veremos.        

Así se llega a chocar contra los límites que puede ofrecer el sistema productivo, la ganancia se achica y se concentra en menos manos, la pelea pasa los límites de la simple competencia, más aún, pasa los de la agudísima competencia, y esa confrontación pone en peligro el conjunto de la economía dado que se da entre potentes capitales concentrados. O sea, el problema de fondo es que se ha llegado al límite de lo que puede dar la producción, las ganancias se estancan y comienzan a retroceder, aunque paradójicamente crece la cantidad y variedad de mercancías, productos y artículos.     

Entonces, de la misma manera que el desarrollo y despliegue de la fase de preponderancia comercial exigió en su momento el desarrollo y luego la preponderancia de lo productivo, hoy por virtud de las mismas leyes (la ganancia y la máxima ganancia), el hecho de llegar lo productivo al límite de sus posibilidades, deriva en la preponderancia financiera y hace imposible volver atrás en el proceso. En realidad el capitalismo, cualquiera sea su etapa, tiene una sola y misma lógica: la ganancia, y la máxima ganancia. Ahora, y ya desde hace unos años, cuando la producción no puede ya asegurar esa ganancia, suena la hora de la preponderancia financiera.  Pero, como vimos, lo financiero es parásito y especulativo, NO CREA NUEVO VALOR SINO QUE SUCCIONA DEL VALOR YA CREADO. Pero ese valor “ya creado” está en los bolsillos de otros. Finalmente, la repetición de ese ejercicio y la escasez de cantidad de lugares rentables de inversión financiera a la altura de la magnitud del capital necesitado de esos lugares, muestra otro límite.  Y eso lo acerca a lo delictivo, a las “travesuras”. El que no pasa esa línea pierde en la competencia. Ganan los más inescrupulosos, y no solo ganan sino que además marcan el camino a seguir.  

 La Nación, 8-5-11, por Jeffrey Sachs: “Nueva York.  El mundo se está ahogando en el fraude corporativo y probablemente los problemas son de mayor dimensión en los países ricos que supuestamente gozan de “buena gobernanza”. Apenas pasa un día sin que salga a la luz una nueva historia de fraude.” 

Economía y Finanzas, 24-11-13: “Delante de una distinguida audiencia  durante una conferencia del FMI, con personajes de la talla de Ben Bernanke o Martín Feldstein entre los oyentes, el exsecretario del Tesoro  estadounidense, excandidato a presidir  la FED (Banco Central de EE.UU.), y ex asesor de Obama, Larry Summers, pronunció  hace unos días un discurso que conmocionó a la comunidad de académicos y analistas por radical a la par que convincente  y estremecedor: ¿y si la economía estadounidense y por extensión la occidental no es capaz de crecer y crear empleo?, ¿y si solo puede hacerlo a fuerza de crear burbujas con los consiguientes riesgos?¿qué pasaría si la crisis simplemente se hubiese acabado y en realidad nos estuviésemos enfrentando a un nuevo escenario en el que el escaso crecimiento es lo normal, una especie de estancamiento secular? planteó Summers.”  

Por si hiciera falta, traigamos el tema al día de hoy (artículo sobre elecciones en EE.UU.), Clarín, 15-8-2020, pág. 15, por M. Cantelmi: “La casi totalidad de los casi 7 billones de dólares que han dispuesto como rescate por la crisis fueron hacia las corporaciones, y solo 600 millones de dólares a atender las necesidades de los menos afortunados. Dato poco citado que explica con elocuencia los motivos del crecimiento de la Bolsa a los niveles previos al estallido de la pandemia.”  

Y en Clarín, 22-8-20, pág.40“Bolsa de Nueva York. Wall Street sin freno, sigue marcando records. Las acciones de la Bolsa de Nueva York volvieron a avanzar este viernes y pese a los temores de una “burbuja” los inversores parecen estar dispuestos a consolidar precios cada vez más altos. (…) Lo que está claro es que con la política  de tasas de interés bajísimas que ofrece  la Reserva Federal (el Banco Central de EE.UU.) los inversores tienen plata barata para apostar a los activos financieros. (…) De todas maneras la diferencia entre los índices Nasdaq y S&P500 establecen claramente  quiénes son los superganadores de la pandemia.  La estrella de los últimos días es Tesla que tiene un valor de mercado (medido por sus acciones) que ya supera al resto de las automotrices americanas juntas. Apple superó estos días los dos billones, y Amazon subió más del 100 % desde el mínimo de este año, tocado a mediados de abril.”   

Estas jugadas, al estallar las famosas burbujas, las paga toda la sociedad que se precipita en una crisis, que ahora es crisis a nivel mundial. 

V.- Conclusión: 

Es imposible actualmente hacer preponderar el sistema productivo sobre el financiero, dado que éste  obtiene su dominio en el capitalismo actual justamente a partir del agotamiento de las posibilidades del sistema productivo, de consolidar y hacer crecer la ley suprema del capitalismo: la ganancia máxima. 

Todo esto tiene en el capitalismo su propia lógica interna, sus condiciones generales de existencia (la competencia), y su ley general básica (la ganancia), que conlleva a la concentración en cada vez menos manos, y a la sucesión de preponderancias y determinación de sus aspectos internos (comercial, industrial y financiero). Y todo eso, llegado a un punto, desemboca inevitablemente en la degradación de todo el sistema: la concentración y centralización del capital en grado extremo eliminan la competencia y, dado la enorme desigualdad de los que compiten, la “ganancia” ya no es tal, es simple robo y estafa abierta. Como vimos, esa sucesión tiene su lógica propia y en ese sentido es necesaria, no depende en última instancia de deseos o manipulaciones ajenas a esa lógica interna. Tampoco podría haber sido otro el orden de sucesión de esas fases, de la misma manera que los seres humanos no elegimos las etapas de nuestra vida (no se nace en la adolescencia, luego la vejez, después la niñez), sino que se dan en un orden natural.  

Digamos de paso, que en la Argentina sabemos de sobra que la industria y el comercio no escaparon ni escapan a las “travesuras”: en la industria la conocida y famosa “Patria Contratista” le robó al país y al pueblo durante décadas; y en el comercio las “Aduanas paralelas”, el contrabando, la sobre y subfacturación, y en ambos la evasión al fisco, no auguran nada distinto a las “travesuras” financieras.  

Además, dentro del capitalismo actual con la economía globalizada, y desde una economía como la argentina cuyo peso mundial es muy pequeño, es imposible imponer reglas o normas que subordinen lo financiero. ¿Quiere decir esto que estamos condenados? De ninguna manera. Lo que quiere decir es que hay que elaborar una estrategia de acuerdo a las actuales condiciones. ¿No deberíamos definir claramente qué implica lograr eso?, ¿no deberíamos  preguntarnos  y debatir qué condiciones se requieren para dar vuelta esta situación?

Solo a título de ejemplo:  en lo interno ¿es posible “poner de pie a la Patria” sin poner de rodillas a los que la roban y vienen robando desde hace mucho tiempo? ¿Se puede poner de pie a la Argentina y de rodilla a quienes la roban, sin un pueblo que tenga claro la raíz y la causa de los problemas del país, y que en cada barrio, lugar de trabajo, escuela, etc., nos organicemos y estemos dispuestos y en condiciones de responder a cada acción y maniobra de esos ladrones? Y en el aspecto externo ¿no son muchísimos los países que tienen los mismos problemas que nosotros con el capital financiero internacional y sus ladrones de guante blanco dirigiendo sus economías?    

O sea, ¿no necesitamos entender tanto esas exigencias como esas posibilidades de la realidad para dar vuelta la tortilla? Finalmente, todo esto ¿no exige que dejemos de mirarnos el ombligo cada uno o cada sector, para mirar el problema real que tenemos TODOS, y poner por delante ese o esos problemas comunes que nos abarcan?   

 VI.- El posicionamiento político

Ante todo digamos que hay dos factores inmediatos y prioritarios en el terreno político a tener en cuenta: 1) a este gobierno lo ataca, e intenta desestabilizarlo el sector de los grupos más concentrados de la economía y las fuerzas más proimperialistas y antipatrias, o sea, los mayores enemigos de la Patria y del pueblo; 2) aunque no creemos que se pueda desplazar del centro determinante de la economía al sector financiero (ya hemos explicado porqué), y tampoco creemos que dentro del capitalismo se puedan hallar soluciones que resuelvan los problemas de la sociedad, no obstante entonces cualquier medida que el gobierno encare para sacarle fuerza y poder al sistema financiero, y para resolver los problemas populares y defender los intereses del país, tendrá nuestro apoyo activo y militante. 

A la misma vez queremos expresar con franqueza y sin ninguna duda que nuestro apoyo no será ACRÍTICO, ni seguidista, sino que seremos críticos y nos opondremos a todo aquello que directa o indirectamente entendamos que perjudique al país y/o a los sectores populares. Y no puede ser de otra manera frente a un gobierno y a un Frente de Todos cuya amplitud llega a contener a algunos sectores de dudosa posición, cosa que viene generando contradicciones que toman estado público.

Retomemos. Como vemos es el propio sistema capitalista el que agotó su recorrido, y ahora para seguir adelante y reproducirse necesita generar guerras, hambre, degradación, drogadicción, corrupción generalizada, destrucción ecológica, desigualdad extrema, etc., etc. Este es el escenario y el sistema capitalista, y sus distintas dirigencias institucionales de todo tipo no solo no pueden hacer nada para impedir o arreglar esto sino que ni siquiera pueden evitar que avance hacia más y más deterioro y degradación, y aumenten las calamidades sociales en todos y cada uno de los países. Ese es el escenario y esa la tendencia dominante.  

Y el mundo entero ya está desde hace un tiempo en plena tarea de tomar nota de esta situación, en todos los países crece el descontento y la resistencia y rebeldía. Ante este presente y ese futuro inmediato, crece y se agiganta la inestabilidad política y la desconfianza, el repudio y el rechazo masivo a los sistemas institucionales y sus dirigencias. En síntesis, están presentes todos los síntomas que permiten concluir que estamos cursando un proceso de transición hacia la desaparición del capitalismo y los comienzos incipientes de una nueva sociedad. Se trata de respetar los tiempos de todos los sectores, tanto de los que ya se involucran como de los que se irán involucrando, dado que tienen que llegar a sus conclusiones por experiencia propia. Pero no se trata de una “espera” pasiva, ¿por qué?, por un lado, no tenemos todo el tiempo del mundo: los problemas, los peligros y las condiciones nos colocan en una carrera contra el tiempo, todo lo que tardemos en acabar con este sistema seguirá agravándose el problema ecológico y medioambiental, ante el cual los científicos de todo el mundo advierten desde hace añares que estamos llegando al punto de no retorno (con la naturaleza no se puede negociar); por otro lado, las contradicciones económicas que la crisis agudiza al extremo y que provocan guerras y altercados, pueden derivar en cualquier momento, hasta inesperadamente, en una guerra nuclear de la cual tampoco puede haber retorno.

Veamos si no lo que se dijo en la apertura de la Internacional Progresista el 18-09-20:lxs analistas ... citaron las mismas crisis que antes: las crecientes amenazas de la guerra nuclear y de catástrofe medioambiental, y el deterioro de la democracia. Esta última podría parecer fuera de contexto a primera vista, pero no lo es. El deterioro de la democracia es un miembro que encaja en este trío sombrío. La única esperanza de escapar de las dos amenazas de extinción es una democracia vibrante en la que ciudadanxs preocupadxs e informadxs participen plenamente en la deliberación, la formación de políticas y la acción directa." (exposición de Noam Chomsky bajo el lema “Internacionalismo o Extinción”).

Finalmente, todo el tiempo que se tarde en ese proceso seguirá degradándose la vida social, con lo cual los costos, dolores y sangre serán cada vez mayores. Por todo eso la “espera” no puede ser pasiva, sino fuertemente activa y en crecimiento hasta resolver el problema.   

                                                                                                                    Pariendo una Nueva Sociedad

                                                                                                         Setiembre 2020

 

 

 

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