Documento abierto para el debate conjunto sobre la problemática educativa (Firmas al final del documento) Marzo, 2019.

Documento abierto para el debate conjunto sobre la problemática educativa (Firmas al final del documento) Marzo, 2019.
  1. 1. Introducción

A seis meses de la explosión que terminó con la vida de dos trabajadores y a días del inicio de clases, las condiciones de infraestructura no están resueltas para el conjunto de los establecimientos escolares de Moreno; distrito en el cual quedó dramáticamente expuesta la realidad de las escuelas, pero no el único en esta situación.

Un relevamiento realizado por Suteba en mayo de 2018 en 2000 escuelas de la provincia, arrojó datos alarmantes: entre otros que 800 establecimientos se encontraban con graves problemas de infraestructura, que en un 75,6% no se controlaban sistemáticamente las instalaciones de gas y que en un 67,1% los artefactos no se encontraban en buen estado de conservación y funcionamiento. Relevamiento que se publicó en el diario Página 12 el día 14 de agosto, y que un grupo de trabajadores vio la importancia de difundirlo y debatirlo en toda la comunidad educativa. ¿Por qué estos debates no forman parte de la agenda cotidiana que los  trabajadores necesitamos tener frente a la compleja realidad social que transitamos? ¿No son las herramientas fundamentales para la pelea que hay que dar?

Además, un mes  antes de ese fatídico 2 de agosto, una compañera  auxiliar del distrito de General Rodríguez había sufrido la explosión de una garrafa, lo que le provocó quemaduras en todo su cuerpo. No es casual que haya sido allí donde, inmediatamente después de lo sucedido en Moreno, se haya realizado una presión frente al consejo escolar del distrito para suspender las clases hasta corroborar el estado de la totalidad de los establecimientos. Decisión que, avalada por la jefatura distrital, se replicó un día después en el distrito de Moreno luego de una amplia asamblea de directores autoconvocados en la que participaron directivos de los tres niveles.

Se hace necesario sacar conclusiones de todo lo sucedido hasta acá para seguir.

¿Cómo es la situación actual en las escuelas de algunos de los distritos?

Moreno: 50 establecimientos abrieron antes de fin de año 2018, hay actualmente 192 en obra de los cuales 70 están terminados y/o al 95 % y el resto prometió la provincia terminarlos antes del comienzo del ciclo 2019 (de dudoso cumplimiento según los informes que nos llegan de los compañeros de distintas escuelas).

General Rodríguez:Se realizaron inspecciones de las instalaciones de gas, luz y agua luego de la suspensión de clases. De todas maneras, a días de empezar las clases, aún no se han realizado las obras suficientes para resolver los problemas de cada uno de los establecimientos.

Como se ve, los avances en las obras son muy desiguales. Es evidente que si hubiera existido la voluntad de poner las escuelas en condiciones ya se hubiera hecho: el tiempo transcurrido fue más que suficiente y los recursos existen.

La primera conclusión, y fundamental, es que, aunque el problema no se resolvió fue el involucramiento popular el que hizo que todo no quede en la nada. ¿Cómo se fue desarrollando la participación popular?

El proceso se inició espontáneamente a partir de la conmoción de ese 2 de agosto cuando trabajadores de la educación declararon un paro distrital desde las 12 del mediodía en todas las escuelas públicas. Una multitud marchó desde la plaza Fuentealba hacia el Consejo Escolar, en reclamo  de Justicia y por el reacondicionamiento de todos los establecimientos educativos. Este reclamo fue reafirmado con numerosas marchas donde se concentraron, en muchas de ellas, más de 20.000 personas.

Las organizaciones gremiales FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense) y ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) declararon un paro general para el viernes 3, responsabilizando al gobierno provincial ya que entre sus reclamos se encontraba el de infraestructura escolar y siempre habían sido desoídos.

Por  su  parte  los  Equipos  Directivos  de  los  tres  niveles  educativos  se  reunieron  el  3  de  agosto  y acordaron y expresaron en un comunicado la suspensión de clases y la continuidad pedagógica de los estudiantes de todos los niveles.

El  día  sábado  4  de  agosto,  un  trabajador  denunció  el ingreso  de  una  persona al Consejo  Escolar, denuncia que puso en evidencia cómo los funcionarios de la intervención (cuyo avocador era Sebastián Nasiff) intentaron ocultar información que seguramente aportaría al esclarecimiento del hecho (recordemos que la vicedirectora de la Escuela N° 49 había realizado múltiples denuncias por el escape de gas en la escuela).

Esto determinó que distintas organizaciones políticas, sociales y de trabajadores organizaran lo que se conoció como “El Acampe” en las puertas del Consejo, como forma de resguardar la documentación que pudiera haber  quedado, como medio de visibilización permanente del problema y como espacio de encuentro para toda la comunidad en lucha.

La lucha popular se expresó, además, en la realización de asambleas permanentes en las calles, en los barrios y en las escuelas (asamblea de familias, asamblea de directores, asambleas por escuela, etc.). Producto de la presión ejercida se le arrancó a la gobernación una mesa de negociación inédita para nuestra democracia, el llamado “Comité de Crisis”, integrado por autoridades provinciales, municipales, gremios docentes y de trabajadores estatales, representantes de organizaciones sociales, directivos de los tres niveles, representantes de centros de estudiantes y representantes de familias por localidad del distrito. Hoy suavizado en “Comité de Seguimiento”, este espacio sigue siendo otra trinchera de lucha y discusión.

La organización se fue fortaleciendo a pesar de las diferentes presiones y amenazas que intentaron, y aún hoy lo siguen haciendo, quebrar, fragmentar y dispersar la misma. Pese a esto, se intentó mantener la lucha activa, aún durante los meses de verano, sin alejar su mirada y presencia en las instituciones. Aún así dicha presencia continúa siendo escasa en relación a los grandes problemas que enfrentamos. ¿Sería lo mismo si en esta pelea estuviéramos involucrados en el debate, control y organización miles y miles de manera constante?

La experiencia transitada de control popular, permitió, entre otras cosas, denunciar los grandes sobreprecios característicos de la obra pública. Reparaciones hechas dos veces por empresas distintas, la cotización de un aire acondicionado a 90 mil pesos, y el presupuesto de 180 mil pesos para pintar una parte de los sanitarios de una escuela, son apenas algunos de estos ejemplos.

Pero, teniendo en cuenta los datos que mencionamos sobre la situación actual de las obras en cada uno de los distritos, es evidente que, a pesar del grado de organización y movilización popular que se logró hasta ahora, todavía no conseguimos que las escuelas sean lugares seguros.

  1. 2. El lugar que los gobiernos le dan a la educación: entre mitos y realidades

Veamos desde el restablecimiento de la democracia lo que dijeron nuestros gobernantes sobre la importancia de la educación para el desarrollo del país:

“La educación es el elemento esencial para el desarrollo del ser humano desde la niñez hasta la formación laboral;  se  constituye  en  una  institución  pública  y un  servicio  social que  el  Estado debe  garantizar” (Ricardo Alfonsín, primer mensaje presidencial 1983)

“El mandato de la hora es educar, porque sin educación no hay ninguna posibilidad de crecimiento”

(Carlos Saúl Menem, discurso apertura ciclo lectivo 1998)

“Para la Alianza, lo primero es la educación. En una sociedad donde hay mucha exclusión, el primer proceso de inclusión debe ser la educación, unida a las políticas de empleo y a los planes de salud" (Graciela Fernández Meijide, plataforma electoral 1998)

“Pido a las familias, organizaciones sociales, no gubernamentales, empresariales y productivas y trabajadores, que rodeen a nuestras escuelas para que queden en el centro del proceso del desarrollo humano. Tenemos que lograr que en primer lugar, todos los chicos de 5 a 17 años estén dentro de la escuela, y que ir a la escuela sea una oportunidad para el futuro.” (Eduardo Duhalde, apertura ciclo lectivo 2002)

Nada de esto sucedió. Durante el gobierno de Alfonsín, los maestros protagonizaron un paro que se extendió por 42 días y desembocó en una de las marchas docentes más importantes del país conocida como la “marcha blanca”, en reclamo de la pérdida de salario docente (43% de pérdida salarial respecto del año 1981). El menemismo no sólo redujo salario, sino que avanzó en el recorte al financiamiento, así como en la Ley Federal de Educación, que significó un fuerte deterioro del sistema educativo. Medidas que provocaron fuertes resistencias, siendo la Carpa Blanca, las huelgas de hambre y la marcha federal algunas de las manifestaciones más importantes de la lucha en los noventas. El gobierno de la Alianza no escapó de estas tendencias, condicionado por el FMI, es recordado por el brutal recorte en educación que efectuó Ricardo López Murphy. Este recorte fue una de las tantas injusticias que, sumado a otros todo el proceso de ajustes, desembocaron en el 19 y 20 de diciembre de 2001. Cabe mencionar que, a pesar  de  todo  el  deterioro  institucional  sostenido  en  tantos  años,  en  nuestro  país  los  directivos, docentes, cooperadoras escolares, familias y sindicatos han jugado un papel histórico muy importante para frenar dicho vaciamiento.

Los  gobiernos  kirchneristas,  aún  con  sus  contradicciones  (baste  recordar  los  17  días  de  paro  que realizaron los docentes de la provincia de Buenos Aires en el año 2014), tuvieron políticas diferentes, se destinó el 6% del PBI a la educación (el nivel histórico más alto), lo que se plasmó en construcción de nuevos establecimientos educativos, creación de universidades nacionales, la sanción de la Ley Nacional de Educación y la de Financiamiento Educativo, aplicación del Programa Conectar Igualdad (NETBOOKS) y distribución de material didáctico en todas las escuelas y jardines.

Sin embargo, bastó muy poco tiempo para erosionar estas mejoras. Además, el aumento logrado en los niveles de escolarización no significó una mejora relevante en la calidad educativa. Lo que vino desde arriba, nos lo han quitado desde arriba…

¿Cuáles son los motivos de fondo de este deterioro, además del drástico cambio de rumbo político?

¿Cuáles son las transformaciones sociales que nos obligan a repensar el sistema educativo y el rol de la escuela?

  1. 3. El contexto actual

Una de las principales transformaciones que se nos presentan no sólo en este país, sino también en los llamados países del “primer mundo”, está relacionado al aumento del desempleo, fundamentalmente entre los más jóvenes. Este fenómeno está directamente vinculado a la velocidad con la que los avances tecnológicos (automatización, robótica e inteligencia artificial) se incorporan al empleo, desplazando mano de obra, y de esta manera se ha vuelto un problema estructural.

Si bien este proceso de automatización se incorporó primero en las fábricas (con lo cual parecía quedar lejos de quienes no trabajaban directamente en la producción), hoy en día la misma ya llegó al área de servicios. Las aplicaciones como Uber, Globo o Rappi, son solo algunos de los ejemplos que muestran la feroz competencia entre trabajadores frente a un mercado laboral cada vez más desregulado y acotado. “Un informe elaborado por economistas del Banco Mundial tocó el tema: de un total de 40 países dedesarrollo intermedio analizados, la Argentina resultó ser el que tiene más riesgo de que sus empleos sean reemplazados por robots e inteligencia artificial en el corto plazo.” (La Nación, 27/03/2016) y Andrés Oppenheimer en su libro “¡Sálvese quien pueda!” expresa: “En el libro dedico capítulos enteros a las profesiones más amenazadas: periodistas, médicos, abogados, banqueros, contadores, profesores. En los próximos cinco años, la revolución tecnológica va a transformar todos nuestros trabajos. (…) El 64% de los empleos en la Argentina van a estar en riesgo por la automatización en los próximos años.” (La Nación, 1/8/2018).

Frente a este panorama, no sólo se pierden miles de puestos de trabajo, sino que también se pierden consumidores. Se vende cada vez menos, y por ende bajan las ganancias. Los capitales buscan “lugares rentables”  en  cualquier  otro  ámbito.  Uno  de  estos  es  el  de  la  llamada  “timba  financiera”.  Esta alternativa es alentada por el actual gobierno a través de diversos mecanismos (suba de las tasas de interés, Bonos, Letras del Banco Central, etc.) que crean burbujas que, tarde o temprano van a estallar. Esta fiesta financiera se ha venido financiando con deuda externa, pero ya empezó a encontrar límites externos  al  financiamiento  (no  le  prestan  más),  lo que  hizo  necesario recurrir  al  FMI.  Según  datos recientes de la CEPAL, la deuda argentina ya se acerca al 97,7% del país y es la más alta de la región. (BAE Negocios. 12/2/2019).

A su vez, el endeudamiento que el gobierno firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no sólo genera una pérdida gigantesca de nuestra riqueza producida socialmente (más del 50% del presupuesto que se firmó en diciembre de 2018 está destinado al pago de intereses de la deuda externa), sino que también  implica  una  serie  de  condicionamientos  políticos  –al gobierno  actual pero  también  a  los próximos gobiernos– que va en detrimento de las necesidades sociales que tenemos como pueblo (educación, salud, infraestructura, etc.). Baste como ejemplo la fuerte reducción del presupuesto proyectado para educación este año: “Las caídas más marcadas [de presupuesto] se registran en los programas de Fortalecimiento Edilicio de los Jardines de Infantes, que cae un 68,4% en términos reales; el Plan Nacional de Educación Digital, con un recorte del 68,8% real; las partidas para Infraestructura y Equipamiento, un 77,1% real, y las Acciones de Formación Docente, que se reducen un 36,3% real.” (La Nación, 1/10/2018)

Además, la búsqueda de “lugares rentables” por el capital hace que los sectores públicos se conviertan en posibles espacios de inversión. Así, la educación, la salud y el desarrollo científico y tecnológico aparecen a los ojos del capital como espacios posibles de rentabilidad. Es decir, la privatización es una de las opciones que intentarán imponer: el que pueda pagar, pagará, el que no, quedará por fuera de estos servicios humanos esenciales.  ¿Cuáles son, entonces, los motivos de fondo del deterioro educativo, además del drástico cambio de rumbo político?

Las transformaciones que analizamos en el mundo del trabajo y en la realidad social, son inexorables. Por lo tanto, cualquier proyecto político que las desconozca y que subestime el papel de la comprensión de las mismas por parte del pueblo, y la necesidad de una actitud activa, tendrá límites muy claros.

En un mundo donde la fuerza de trabajo es una mercancía que cada vez “sobra” más en el mercado, la escuela tiene dos alternativas: la de los sectores dominantes, que propone adecuar el sistema educativo al marco general de obtención de ganancias (a la necesidad de los capitales) y, por lo tanto, a un sistema excluyente, tal como dijera el ex ministro de educación, Esteban Bullrich: “El problema es que nosotros tenemos que educar a los niños y niñas del sistema educativo para que hagan dos cosas: o sean los que crean esos empleos, generan y le aportan al mundo esos empleos, o crear argentinos y argentinas que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla. Y de entender que no saber lo que viene es un valor...”.

Y, la nuestra, que es irreconciliable con esos intereses, que debe colocar a la educación en un proyecto distinto de sociedad, en la cual esté garantizada la satisfacción de las necesidades de todo el pueblo (salud,  comida,  educación,  trabajo,  cultura).  Fruto  del  avance  tecnológico,  y  el  aumento  de  la productividad que propicia, se han creado ya las condiciones para cubrir las necesidades del conjunto de la sociedad y que podamos acceder a una calidad de vida digna. Es decir, la posibilidad de hacer accesible dichos beneficios a la totalidad del pueblo ya existe. A pesar de esto, hoy se ve obstaculizada por los intereses de la minoría dominante. Esta situación nos obliga a concluir que sólo podrá alcanzarse dicha dignidad a través de la lucha conjunta, consciente y organizada.

  1. 4. Aportes para el debate

El mundo y nuestro país en él, está atravesando una transformación profunda que altera todo lo conocido hasta aquí, que afecta cada uno de los aspectos de la vida en sociedad. Esto hace que, inevitablemente, cada uno de los sectores sociales involucrados juegue e intervenga en el proceso para defender sus intereses, en muchos casos antagónicos.

Nosotros, las mayorías populares, los trabajadores, empezamos lentamente a comprender cómo en esta transformación, la solución de nuestros problemas depende cada vez más de nosotros mismos, de que tomemos una posición activa frente a nuestra sociedad. El involucramiento en los problemas sociales es indispensable.

En este lugar del mundo, sólo la intervención popular y su vigilancia hizo posible que se avanzara en la reconstrucción de las escuelas, que, aunque insuficiente, mostró un camino: ellos actuaron cuando el involucramiento popular unió a docentes, familias y estudiantes en un mismo reclamo, comenzando a revertir el quiebre que desde hacía mucho tiempo había entre estos actores. Claro que la actuación de los funcionarios y autoridades a cargo, forzada por la presión popular, tuvo un magro resultado en la solución del problema. Como dijimos antes, los intereses por ellos representados son antagónicos a los nuestros, y el margen que tienen para ceder frente a nuestras presiones es cada vez menor, justamente porque  los  intereses  a  los  que  defienden  están  tras  la  achicada  ganancia  y  no  en  función  de  las necesidades de las mayorías.

Las innumerables movilizaciones y actividades también mostraron límites. En realidad, no fue eso lo que faltó. La conclusión es clara: el desafío fundamental es lograr que el grado de organización alcanzado tenga más continuidad, más sistematicidad, más involucramiento… No podemos seguir esperando las soluciones desde arriba, sino que debemos convertir a cada escuela no sólo en lugares de resistencia, sino también en espacios de encuentro y debate popular. La situación requiere otro nivel de comprensión y de organización. Y si parece mucho, la misma realidad mostró que ese camino comenzó a andarse sin que nadie lo planificara. Por lo que se hace necesaria ahora una acción razonada, debatida y anclada en un conocimiento cabal de la realidad que nos permita ir avanzando en la lucha por nuestros intereses, los de las mayorías.

Adhieren al documento abierto:

Pariendo una Nueva Sociedad - CGT Regional Merlo, Moreno, Marcos Paz - SUTEBA Moreno - SUTEBA Merlo - Movimiento Mayo Merlo - CTA de los Trabajadores Merlo - MORENO - Capyme (Camara de Pequeñas y Micro Empresas de San Martín) - CEEN (Central de Entidades Empresarias Nacionales) - FEN (Foro de Empresarios Nacionales) - Unión Industrial Moreno - UOM (Morón) - Sindicato Trabajadores Municipales Moreno (STMM) - La bancaria San Miguel - Mesa Sindical General Sarmiento - La Televisión Escrita - SATSAID - La Búsqueda de la Conciencia - Unidad Popular San Isidro - Sindicato de Canillitas - La Cooke - Agrupación Perón Vuelve - Comisión Fco. Álvarez de flias. en lucha por la Escuela Pública - Comisión La reja y Reja Grande de Flias. en lucha por la Escuela Pública - Escuelas en Lucha de Merlo - Agrupación Alicia Eguren del SADOP - Agrupación Envar el Kadri Peronismo de Base - Agrupación Yo Soy German ATE Verde y Blanca - Vecinos Auto Convocados de José C. Paz - COB 22 de Agosto - Docentes Peronistas de José C. Paz Carlos Néstor - Agrupación Evita Guevara - Corriente Nacional Surgen - CETeM (Coordinadora  de  Estudiantes  Terciarios  de  Moreno)  -  Partido  Piquetero  -  Grupo  de  Reflexión Ciudadanía Activa de San Martín

Videos

More Videos
Watch the video

Ecología

More Articles