¿“Cepo” al dólar y a las importaciones o al trabajo?

¿“Cepo” al dólar y a las importaciones o al trabajo?

¿Cómo analizar la política del gobierno nacional respecto de las importaciones? Tendríamos que tener en cuenta las siguientes situaciones: A.- las importaciones, por un lado significan una salida muy importante de dólares del país, ya que todo producto importado es abonado en dólares. Así, cuantas más mercancías sean importadas, más dólares se utilizan en pagar las mismas. Debido a ello, salvo que sean insumos necesarios para la producción nacional, se intenta gastar la menor cantidad de dólares posibles en importaciones. Esta medida, junto con la que los medios de comunicación dominantes bautizaron como “cepo cambiario”, es decir, el control de la compra y salida de dólares del país, también duramente cuestionada desde ciertos sectores de la sociedad, busca como objetivo inmediato evitar el desfinanciamiento del Estado y la ruina económica del país en general. Sin dichas medidas gran parte del empresariado local sería barrido de un plumazo, porque le sería absolutamente imposible poder competir con las mercancías importadas de China, Alemania, Indonesia, Taiwán, etc. A su vez la quiebra de estas miles y miles de PyMes e incluso de muchas grandes empresas, se traduciría inmediatamente en una destrucción de trabajo insoportable para el pueblo argentino, e incluso para muchos de los empresarios que queden en pie, porque sin trabajo, sin sueldo y sin planes sociales (ya que el Estado quedaría sin recursos ante esta situación…), les sería casi imposible colocar su producción. En un mundo donde las mercancías de toda clase, (desde ropa y televisores hasta autos y acero), sobran y sobran; y los países industriales más importantes compiten por vender esa producción excedente (y más barata que la nuestra debido a su tecnología industrial), liberar la aduana y permitir el ingreso irrestricto de las importaciones sería suicida… B.- Por otro lado, si se pretende profundizar la política de desarrollo industrial que se viene llevando a cabo desde 2003, se requiere limitar cada vez más el número de mercancías importadas, porque mientras se sigan comprando en el exterior (y a mejor precio que las de fabricación local…), va a resultar imposible avanzar en este camino. En una carta del empresario industrial más importante del país, Paolo Rocca, que se vio en la necesidad de hacer pública para contrarrestar una jugada del grupo empresario Clarín (que había manipulado algunas palabras de su conferencia ante la Academia Argentina de la Ingeniería para mostrarlo enemistado y enfrentado con el gobierno nacional…), se puede apreciar claramente cuál fue hasta ahora el resultado de la política económica del gobierno, en especial en lo concerniente al desarrollo industrial y también qué reclamos le realiza:

“1. La industria argentina ha crecido desde 1998 hasta hoy a una tasa muy elevada, superior a la de cualquier otro país de la región.

2. El crecimiento en la producción ha sido acompañado por un aumento de la productividad, también por encima de la de otros países.

3. La participación de la industria sobre el PBI es hoy mayor en la Argentina que en México o Brasil, y el país ha podido acotar los efectos de una “primarización” muy acentuada en la región

4. La capacidad exportadora de la industria nacional se ha también incrementado,(…).

5. A partir de la crisis mundial de 2008 (…) sus indicadores de competitividad se han ido deteriorando

6. El incremento en los costos laborales, (…), afecta la competitividad de las exportaciones industriales. (…). [los salarios argentinos son los más altos de América Latina].

7- La incertidumbre sobre la disponibilidad y el costo futuro de la energía puede afectar las inversiones industriales, y en los últimos meses vimos efectivamente una reducción en la importación de los bienes de capital que podrían ser un síntoma de esta dinámica.

8- La perspectiva a largo plazo para la industria nacional me parece muy positiva, (…). (…).También transmití mi visión de que en el curso de esta década la industria nacional ha tenido una expansión formidable, pero mirando hacia adelante necesita más “profundidad” en su crecimiento, (…)”. Clarín, 09/09/2012. Como vemos, la Argentina ha logrado un desarrollo industrial muy importante teniendo en cuenta desde donde se partía (destrucción sistemática de prácticamente toda la industria nacional desde 1976 hasta 2001, crisis económica y social de 2001, abandono del desarrollo científico aplicado a la producción, escasísimo desarrollo tecnológico, etc.). Sin embargo se reclama, y se necesita, una mayor profundización del modelo. Ahora bien, si esta profundización es posible, y si lo es, hasta dónde se podría llegar, y de qué manera podría hacerse, es un tema que urge ser estudiado, analizado y debatido, pero por ahora, al menos tengamos en cuenta que: a.- El boicot que una fracción del empresariado llevó adelante contra el desarrollo científico nacional, (debido a que sus intereses económicos lo ligaban a los capitales externos y por lo tanto el crecimiento industrial y científico del país la perjudicaban), nos dejó en una situación de gran desventaja (pese al muy importante crecimiento de la ciencia y tecnología argentina de estos años) frente a los grandes países industriales que vieron desarrollar la tecnología industrial a pasos agigantados en las últimas décadas, lo se puede observar, junto a sus consecuencias socio-económicas, en La Nación del 26/08/2012, En el mundo crece el trabajo calificado pero sin trabajadores: Varias compañías están reemplazando la mano de obra calificada por robots para la fabricación de electrónica de consumo. DRACHTEN, Holanda.- En la fábrica Philips Electronics, ubicada en la costa de China, cientos de trabajadores utilizan sus manos y herramientas especializadas para ensamblar afeitadoras eléctricas. Eso está pasado de moda.En una filial de la fábrica, en la campiña holandesa, 128 brazos robot hacen el mismo trabajo (…). En total, la fábrica aquí cuenta con varias docenas de trabajadores por turno, alrededor de una décima parte de la cantidad de empleados que tiene la planta de la ciudad china de Zhuhai. (…). Esto es el futuro. Una nueva ola de robots, mucho más hábiles que aquellos que ahora utilizan comúnmente (…), está reemplazando a los trabajadores en todo el mundo, tanto en la fabricación como en la distribución. (…).Muchos ejecutivos de la industria y expertos en tecnología afirman que el método de Philips está ganando terreno en Apple. (…) Foxconn, el fabricante de los iPhone de Apple,(…) planea instalar más de un millón de robots en los próximos años para complementar su mano de obra en China. b.- La crisis que vive TODO el mundo en estos días y desde hace ya cinco años, es una “crisis de sobreproducción”. Es decir que hay crisis porque sobran los productos, las mercancías, y no hay quien los compre. Por lo tanto que un país se largue a desarrollar su industria y produzca cada vez más, no le va a generar, por si, beneficios, pues va a tener que vencer en la competencia a los empresarios que hoy están luchando por vender su producción y, a pesar de su avance tecnológico y sus precios bajos, no lo logran. The New York Times, iEco Clarín, 02/09/2012,

Por primera vez, China se llena de mercancías sin vender: Luego de tres décadas de fuerte crecimiento, China enfrenta un problema desconocido: una gigantesca acumulación de productos sin vender que atiborran los sótanos de comercios, depósitos fabriles y playas de las concesionarias de autos. La sobreabundancia de todo, desde acero y electrodomésticos a autos y departamentos, obstaculiza los esfuerzos del país para salir de una fuerte desaceleración económica. Genera guerras de precios y lleva a las industrias a redoblar sus esfuerzos para exportar lo que no se puede vender en el mercado interno”. Justamente es esta situación la que hace necesaria, entre otras cosas, el control estricto de las importaciones. Recordemos que por su desarrollo tecnológico y sus salarios, no podemos competir con su producción. “(…), dice Anne Stevenson-Yang, directora de investigaciones de J Capital Research, una firma de análisis económico de Hong Kong (…): "Vamos hacia un parate total". (…).La debilidad económica significa que es probable que China importe menos bienes y servicios en momentos en que la deuda soberana europea ya está dañando la demanda, lo que aumenta la perspectiva de una sobreabundancia de productos, caída de los precios y debilitamiento de la producción en todo el mundo. A su vez, por la imposibilidad de que ingresen tanto dinero como antes por la desaceleración de las exportaciones, China va a comprar menos al resto del mundo, incluida la Argentina, por lo que, sin un control férreo sobre las importaciones, esta caída de las ventas argentinas a China, llevaría directamente a un déficit de la balanza comercial. (…).

Ante esta situación de crisis global y de toneladas de mercancías sin vender en todos los países industrializados, todos los gobiernos están llevando adelante políticas proteccionistas, la Argentina no es una excepción, sino que en nuestro país se está llevando a cabo una política defensiva, que proteja a la economía nacional de los efectos devastadores de la crisis. Pero justo es decir que si bien es una acertada y necesaria política defensiva, no es, ni podría serlo, una solución al problema. Veamos qué ocurre al respecto en otros lugares: Clarín, 23/09/12, Brasil prepara sanciones comerciales contra EE.UU. por los subsidios: (…) Brasil ganó un proceso abierto contra EE.UU. por subsidios a los productores de algodón, lo cual perjudicó a los exportadores sudamericanos (…).La decisión, (…), de llevar adelante la represalias se conoció tres días después de que el representante de Comercio estadounidense, Ron Kirk, acusara a Brasilia de aplicar una política proteccionista. Brasil y los demás países del Mercosur publicaron una lista de 100 productos importados que deberán pagar tarifas de hasta un 25% (…). The New York Times para La Nación, 23/09/12: EE.UU. ataca a China por comercio desleal. Barack Obama la demandará ante la OMC por subsidiar las exportaciones de autos (…). The Wall Street Journal Americas para La Nación 01/10/12: El estancamiento del comercio amenaza la recuperación global. El comercio mundial se estanca, lo que contribuye a una desaceleración de la economía global (…). "Los problemas de las economías desarrolladas, particularmente en la zona euro, se están propagando por el mundo", dijo Andrew Kenningham, Ante esta situación, que supera por mucho a nuestro país, es que una política que tenga por objetivo controlar la salida de dólares del país y el ingreso de mercancía fabricadas en el exterior, no nace de la mente maquiavélica de un dirigente político, sino que es impuesta por las necesidades del momento, responde a necesidades concretas de sectores sociales concretos: trabajadores, empresariado vulnerable a las consecuencias de la libre importación, sectores medios que viven de los servicios cuya salud económica depende de la salud de la economía nacional, ¿qué médico, docente o empleado de comercio podría mantener su nivel de vida actual con una economía colapsada? Toda medida de economía política afecta intereses, pero si no se toma esta medida, los que tienen intereses económicos ligados a las importaciones igual van a sufrir consecuencias desastrosas. Desde su punto de vista, por ejemplo de los importadores, el error está en pensar que “si me dejan importar todo lo que necesito para mi empresa, todo lo demás sigue igual, y así puedo hacer negocios como siempre”. Y es un error, porque igual ese empresario ligado a las importaciones, va a sufrir las consecuencias del descalabro económico que el cierre masivo de PyMes provocaría en todo el país, (no olvidemos que ellas son las primeras generadoras de empleo), ya que la desocupación y la caída del salario les impediría a estas empresas que tienen su clientela en el mercado interno vender sus mercancías importadas.

Recordemos que en 2001, 2002, ¿a quiénes se le podía vender toda esa producción importada que se abarrotaba en los negocios? A muy pocos. ¿Y cuántos eran los que sufrían los efectos de la crisis? Casi todos!! Así vemos que de cualquier manera sus intereses estarían afectados, y lamentablemente no existe la posibilidad de beneficiar a todos al mismo tiempo, pero con el control sobre las importaciones son muchos más los que ganan que los que pierden. Asimismo la libertad de comprar dólares, de “hacer con mi plata lo que quiero”, es una quimera, la libertad de comprar dólares se traduciría, si se llevase a la práctica, a que no exista ninguna otra libertad que la de morirse de hambre, ya que quien perdió su trabajo o sufrió la quiebra de su empresa ya no puede comprar dólares, ni siquiera el pan de cada día. En este momento los que se quejan de no tener la posibilidad de comprar dólares lo hacen por la sencilla razón de que tienen una cantidad de pesos suficiente como para poder hacerlo, pero si se abren las importaciones, si se eliminan los controles sobre la compra de dólares y su salida del país, esta personas van a tener al fin su ansiada “libertad de comprar dólares”, pero lo que no va a tener más son los pesos para poder hacerlo. Y entre tener trabajo y unos pesos pero con “cepo” al dólar por un lado, y tener libertad para comprar dólares pero no tener ni trabajo ni pesos por otro, la elección no debería ser tan difícil…

En definitiva, optar entre la libertad de una minoría que podría hacer efectiva la compra de dólares, y la de trabajar y comer de una mayoría, no hay demasiado qué pensar, salvo que estemos en el bando de enfrente…

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