En la seguridad de que no se pueden terminar con los problemas, sin conocer y erradicar sus causas, limitaremos este artículo a tratar de captar la esencia e implicancias principales de la actual crisis. Por tanto no abordaremos acá lo coyuntural nacional ni latinoamericano.
I.-¿Fue la codicia?
En un primer momento se atribuyo a la ‘‘codicia’’ de banqueros, financistas, grandes capitalistas, etc., el haber provocado la crisis. En el capitalismo la codicia de estos señores siempre esta presente, es un elemento constituyente del sistema capitalista, pero no siempre provoca el estallido de crisis. Veamos. ¿Cómo se manifestó la codicia?, en el otorgamiento de créditos hipotecarios a personas insolventes o de dudosa solvencia.
Supuestamente sin la codicia esos préstamos no se hubieran otorgado. Pero entonces, ese auge del crédito hipotecario no se hubiera producido; con lo cual tampoco hubiera habido auge de la industria de la construcción en EE.UU., Europa y otros países; y gran parte de los millones de trabajadores de la industria de la construcción y de las industrias abastecedoras, más los empleos en inmobiliarias y bancos, más el movimiento comercial por el consumo que implicabaesos millones de sueldos; y la ganancia que de todo eso sacaron los grandes capitales, nada de todo esto hubiera sido posible. Así, la crisis se hubiera desatado antes por débil movimiento económico, recesión, enorme desocupación, etc.
II.- Como venía la cosa.
Necesitados de sostener y agrandar sus ganancias, los grandes capitales mundiales y los países desarrollados impusieron en los años 90 la apertura de las economías nacionales, y la globalización. Así la economía de todos los países fue recorrida por la voracidad de ganancia del gran capital mundial. Eso llevó al estallido de crisis en varios países, pero no a saciar la voracidad del gran capital.
En 1994-95 estalló la crisis en Méjico. Luego, Clarín, 1-7-07, J. Stiglitz, Premio Nobel de Economía: ‘‘En julio de 1997, al peso tailandés se desplomó. Después el pánico financiero se expandió a Indonesia y Corea y luego a Malasia. En poco más de un año la crisis financiera asiática se convirtió en una crisis financiera global con la caída del rublo de Rusia y el real de Brasil.’’
Luego Argentina 2001 y Turquía, el contagio de Uruguay y síntomas en Brasil que esta vez tuvo que ser socorrida por temor al impacto en EE.UU.. Luego en 2008 la crisis llegó a la cúspide de la economía mundial, EE. UU., a todo el Primer Mundo y de allí al mundo entero.
Hablar solo de crisis financiera es ocultar su raíz: la economía real.
III.- La Producción
Del libro ‘‘El fin del trabajo’’, 1996, de J. Rifkin, asesor del entonces presidente Clinton.
*pág.40; ‘‘En 1912 se necesitaban 4.664 horas-hombre para construir un automóvil. A mediados de los años 20, se podía ensamblar uno en menos de 813 horas-hombre. En otras muchas industrias, se obtuvieron incrementos de productividad similares.’’
*pág. 14: ‘‘Hacia mediados del siglo pasado Cyrus Mc Cormick inventó la segadora, John Deere el arado de acero, apareció el tractor. Como consecuencia de ello, en el último cuarto de siglo, la proporción de fuerza de trabajo nacional en el sector agrícola había disminuido desde unas tres cuartas partes a la mitad, hacia 1900 a un tercio, en 1940 a una quinta parte y en la actualidad a un 3%.
¿Qué ocurrió con las personas cuyos empleos fueron sustituidos por máquinas? Se trasladaron a otros campos de actividad, en los que las nuevas tecnologías estaban creando nuevas posibilidades de empleo. En 1810 tan solo 75 mil personas trabajaban en las ‘‘nuevas’’ fábricas en las que se producían diversos artículos de hierro. Cincuenta años más tarde eran más de 1.500.000, mientras que en 1910 superaban los ocho millones. En 1950 esta cifra se ha doblado. En términos porcentuales, la fuerza de trabajo industrial creció a pasos agigantados hasta que llegó a afectar a algo más del 35% del total.
Las cifras, no obstante, no crecen indefinidamente. Las tecnologías no estaban abriendo nuevas posibilidades de trabajo solo en el sector del automóvil, en el de artículos para el hogar o en el de la energía, sino también estaban produciendo un reajuste en los propios procesos de producción en estos y otros sectores al hacer que las fresas y las prensas incrementaran su velocidad y que una serie de importantes nuevas calculadoras empezasen a simplificar los procesos propios de lascadenas de producción. Entre 1960 y 1990 la producción de bienes manufacturados de cualquier tipo siguió creciendo, pero el número de puestos de trabajo necesarios para producirlos descendió a la mitad.’’
*Pág. 25: ‘‘Mientras que las primeras tecnologías reemplazaban la capacidad física del trabajo humano sustituyendo cuerpos y brazos por máquinas, las nuevas tecnologías basadas en ordenadores prometen la sustitución de la propia mente humana, poniendo maquinas pensantes allí donde existían seres humanos. Las implicancias son profundas y de largo y preocupante alcance. Ante todo, es necesario recordar que más del 75% de la masa laboral de los países más industrializados esta comprometida en trabajos que no son más que meras tareas repetitivas. La maquinaria automatizada, los robots y los ordenadores cada vez más sofisticados pueden realizar la mayor parte, o tal vez la totaldad de esas tareas. Eso significa, que tan sólo en los EE.UU. en los años venideros más de 90 millones de puestos de trabajo de los más de 124 existentes son potencialmente susceptibles de ser sustituidos por máquinas. Además existen estudios actuales en los que se muestra que menos del 5% de las empresas en el mundo ha iniciado su transición hacia la cultura de la máquina, lo que hace pensar que en las décadas futuras se hace inevitable la aparición de un desempleo del que no se tiene referencia hasta el momento.’’
Hace 10 años ya la moderna tecnología y la acumulación enorme de capital daba lugar a un salto enorme en la producción mundial: ‘‘New York Times’’, reproducido por Clarín, 21-2-99, supl. económ., pág.18: ‘‘Entre 1986 y 1996 las inversiones privadas japonesas en Asia agregaron un potencial industrial equivalente a tres francias. La cascada de préstamos baratos e inversiones extranjeras dió como resultado un crecimiento enorme de la capacidad para fabricar cualquier cosa desde acero hasta papel. Ahora el mundo tenía la posibilidad de producir 60 millones de autos por año, aún cuando la demanda no superara los 44 millones.’’
Clarín, 8-10-08, Jorge Castro. presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico:‘‘El Estado de Michigan, fuertemente industrial tiene hoy el más alto nivel de desocupación de la Unión 8,9%; solo en la industria automotriz se perdieron 390.000 puestos de trabajo en los últimos 4 años.’’
Se explica, entonces, lo que sigue, Clarín, 17-2-08, supl. iEco, de T. Palley, ex jefe de la US-China Economics Commission: ‘‘Una economía alimentada con burbujas. Antes de 1980 el empleo industrial aumentaba durante la expansión y siempre superaba el máximo anterior. Entre el 1980 y el 2000 el empleo industrial siguió creciendo durante las expansiones, pero ya no recuperaba el pico previo. Esta vez, de hecho disminuyó durante la expansión, algo sin precedente.’’
En síntesis el constante progreso científico-técnico y la aceleración de las innovaciones productivas que hoy se atropellan y superponen hace que con breves intervalos se repita la superproducción. Para lograr vender estas grandes cantidades se impuso a la sociedad la cultura del consumismo. Hasta que la superproducción superó el poder adquisitivo del mercado consumista. Ahora vender exige forzar más las cosas: el endeudamiento creciente de los consumidores. Hasta que la sobreproducción superó el poder adquisitivo del mercado consumista endeudado al extremo, y luegosuperó la capacidad de consumo de la sociedad. Y lo producido debe venderse...
III.- El comercio mundial
Al producirse en grandes y crecientes escalas, el comercio debe vender toda esa producción con la misma velocidad y fluidez con que se produce. Si no se logra vender todo, el mecanismo económico (producir-vender, volver a producir y volver a vender) falla. Esa falla pone en peligro y destruye las diversas funciones que existen en ese mecanismo (fabricación de materias primas, de energía, industria, intermediación, comercio mayorista y minorista, crédito, etc, etc), funciones en las cuales millones de personas se ganan la vida.
Así el comercio mundial es hoy escenario de una creciente guerra comercial. En los ‘90 esa guerra fue por la apertura de las economías nacionales, que, entre otras cosas importantes, eliminó los impuestos a la entrada de mercadería extranjera, que protegían la industria y el empleo nacional.
Pero la guerra comercial siguió porque la aguda competencia por vender obliga a bajar precios, y para hacerlo hay que bajar costos Esto impone mejorar la tecnología continuamente. Así se alcanza una mayor capacidad productiva con menos trabajo humano. Más productos, menos salarios, competencia más aguda, y el ciclo recomienza.
La desbordante capacidad productiva mundial, al romper las barreras aduaneras nacionales (los impuestos a la entrada de mercaderís extranjera) abigarró más el carácter mundial de la economía; todos los países son más interdependientes unos de otros. La crisis se contagia fácilmente y golpea a todos, es mundial. (Cuando en el 2002 el FMI, EE.UU y Europa quisieron encapsular la economía argentina en crisis, la cosa no resultó, pasado el primer momento se contagió Uruguay, Paraguay, e impactó a Brasil, y tuvieron que salir a socorrer a Brasil y Uruguay. Otro tanto ocurrió con la crisis mejicana, el llamado tequilazo, aunque Argentina no tenia lazos comerciales ni económicos de peso con Méjico, el impactó que recibió fue considerable). Prosigamos. El carácter mundial de la crisis hace que desde todos los países, foros o reuniones internacionales se pida y se clame por una acción concertada mundial para enfrentarla.
Pero los dirigentes que piden eso, hacen otra cosa: por ejemplo ante la sobreproducción automotriz le dan millones y millones de dolares a sus empresas para que sobrevivan y logren imponerse a las extranjeras y sean éstas quienes se hundan. Nadie puede ceder nada, porque no hay lugar para todos los capitales, y solo la fuerza definirá quien cae y quien sigue en carrera. Si la producción excede la posibilidad de venta y hasta de consumo, no se puede reínvertir las ganancias en producir más porque no se podría vender. Entonces, ¿donde invertirlas?
IV.- Finanzas: liquidez y
burbujas
Luego de varios años de ataques especulativos a monedas nacionales, estafas con acciones, festivales de bonos, corralitos, pirámides, etc (todas formas distintas de las mismas estafas en el sistema financiero), este sistema se encuentra con exceso de liquidez, demasiado dinero y capitales.
Clarín, supl. económ. 24-6-07: ‘‘El problema de fondo es que hay un tsunami de capitales en el mundo y las olas están por todas partes.’’ Martín Wolf, economista jefe‘Las finanzas han estallado’’. Ejemplos :
*Los activos financieros son hoy el triple del PBI mundial
*Los derivados financieros (opciones, futuros, swps) se multiplicaron por 82 entre 1990 y 2006
* Los fondos de inversión (espe- culativos o no) pasaron de 610 a 9.575 en el mismo período.
Sálvese quien pueda.
Clarín, 19-8-07, pág. 30 del economista R. Arriazu: ‘‘El mercado de préstamos hipotecarios vio crecer la porción de los créditos sub-prime (préstamos a personas que no califican (pobres) para operar a través del sistema bancario).La amplia liquidez existente llevó al abandono de las más básicas normas prudenciales y muchas entidades competían en su afán de expandir su cartera hipotecaria, menospreciando el riesgo.’’
Si los pobres no calificaban para operar a través del sistema bancario, viendo lo que ocurrió, preguntamos: los dueños de los bancos ¿calificaban para operar el sistema de crédito?.
Sobraba plata en el mundo. Pero en la economía y los negocios, la plata es poca o mucha en relación a las oportunidades de inversión rentables.¿Qué provoca esta falta de armonía en las proporciones entre ambos términos?. Clarín, supl. económ. 30-9-07, por Paul Samuelson, Premio Novel de Economía: ‘‘En la segunda mitad de la década del 90, la innovación tecnológica aumentó la productividad del mundo y de los EE.UU. Esto, a su vez, genero una ‘burbuja’ bursatil en Wall Street.’’
¿Cómo puede el avance tecnológico generar una burbuja en las Bolsas?. Las oportunidades de inversión se achican porque el avance tecnológico al eliminar millones de puestos de trabajo, tarde o temprano, evapora también, posibilidades y lugares de inversión. Al igual que la venta, finalmente se acogota la capacidad y la posibilidad de inversión. Y el dinero quieto no da ganancia. Entonces se provoca una ‘burbuja’, se infla artificialmente el consumo y la inversión financiera con créditos, endeudamientos, maniobras con acciones, etc. Pero llega un momento que se toca el límite: se agotan las posibilidades de más endeudamiento y la burbuja se pincha, el crédito desaparece (hay temor a prestar pues no hay nada que asegura el retorno, la crisis hace que nadie sepa donde esta parado), el poder adquisitivo se achica de golpe, la venta se contrae bruscamente, y la producción choca contra esos límites: cierre de fábricas, despidos, suspensiones, alto desempleo, etc. La producción debe ajustarse al poder adquisitivo real, a lo que se puede vender, pero... ¿cuanto es eso?, ¿cómo calcularlo? cuando se sigue despidiendo (caen salarios) y se descuenta las deudas pendientes contraídas durante la burbuja.
A todo esto los grandes capitales que ya hicieron su negocio provocando todo esto, se encuentran ante una lucha desesperada, ante las disyuntiva de acaparar más negocios desplazando a la competencia o ser desplazado por ella. Se concentra en esa lucha que absorbe todas sus energías. Mientras la clase media y los pobres pagan los platos rotos y la sociedad se hunde en una crisis.
Hubo una sucesión de burbujas, cada una más grande que la anterior. Las burbujas son la droga de la economía, y como tal necesitan ir aumentando la dosis y acortar los períodos entre dosis y dosis.
V.- Conclusiones.
Desatada la crisis veamos sus consecuencias:
A) ‘‘Página 12’’, 24-5-09: ‘‘La crisis internacional y el empleo’’. Tomás Lukin.
‘‘Incremento interanual del de- sempleo, según datos de marzo del 2009:
*países desarrollados: 38,5 %
*países periféricos: 6,7 %
Eurozona: desocupación 8,9 %, India se destruyeron 500.000 puestos de trabajo en los sectores orientados al mercado externo.
Latinoamérica: en el 2009 hay 2 millones más de desempleados que en el 2008.
EE.UU.: desde el inicio del 2008 perdió 5,7 millones de empleos. Se pierden 600.000 empleos por mes.
En el 2008 hubo 14 millones de personas más que se quedaron sin empleo en todo el mundo.’’
Y en Clarín, 29-5-09, pág.25: ‘‘El Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el chileno Juan Somavía explicó en una conferencia de prensa, ‘‘Nuestras proyecciones actuales sugieren que se sumarán 59 millones de personas’’ con pérdida de trabajo en el 2009, en relación a los 39 millones en el 2007 añadió’’. Asimismo el número total de desempleados en todo el mundo podría alcanzar entre 210 y 230 millones de personas a finales de año, marcando así un record absoluto.’’
Centenares de miles de empresas en todo el mundo suspenden y/o despiden personal o directamente cierran.
Clarín, 15-3-09, del The Washington Post: ‘‘El desplome mundial de las exportaciones cierra fábricas desde China a Europa del Este.’’
Clarín, 3-5-09: del analista J. Castro: ‘‘El comercio internacional chino cayó 30% en los últimos 3 meses; y hay 24 millones de desocupados entre 150 millones de trabajadores migrantes; y más de 60 mil firmas manufactureras cerraron en el sur de China en los últimos 6 meses, al desplomarse sus mercados externos, sobre todo EE.UU. y la Unión Europea.’’
Se comprende, entonces, lo que sigue: Clarín, 2-4-09: ‘‘(Negocian con Brasil un crédito...) A Lula también lo movilizó, según las fuentes consultadas, la línea ‘‘swap’’ de 70 mil millones de yuanes (10 mil millones de dólares) que la República Popular China les otorgó a los argentinos. En Brasil temen que este sea el camino elegido por el gobierno chino para penetrar en la región y ‘‘colocar la producción que ya no le puede exportar a EE.UU. Esto llevaría a un proceso de desindustrialización tanto en Brasil como en Argentina.’’
Y si no logra colocar la que ya no vende a EE.UU. y Europa, la desindustrialización amenaza a China. Y si, por un lado, Argentina y Brasil no alcanzan para reemplazar esos mercados, por otro lado, no sólo China tiene ese problema: Japón, Alemania, EE.UU. (que por eso quería el ALCA), y otros también lo tienen. Salta a la vista que el problema es que sobra producción y capacidad productiva en el mundo, y esa capacidad sigue creciendo. Y no hay mercado que necesite consumir semejantes cantidades, ni posea, (aún con burbujas), solvencia adquisitiva suficiente.
B) En nuestro país se siente la crisis y el panorama no es ‘‘para tirar manteca al techo’’, pero esta lejos del cierre de fábricas, desplome del empleo, la producción y exportación global. La política económica y las alianzas políticas latinoamericanas del gobierno no pudieron evitar que la crisis nos afectará, pero, con esfuerzo, alcanzaron a contener la situación, por lo menos hasta ahora.
(En la década del 90 en crisis cien vecesmenores y más limitadas, nos llegaban enseguida y en forma brutal. Y ante esta crisis los planteos de la oposición de derecha, De Narvaez, Macri, Carrió, Morales, Duhalde, etc., nos llevan, por más que intentan disfrazarlo, por el camino de los años 90).
Pero el achicamiento de la capacidad adquisitiva de la humanidad (millones de salarios que ya no están por despidos y suspenciones, etc, las deudas de la etapa del auge consumista que hay que afrontar y que se van a descontar, y como si todo eso fuera poco, The New York Times, (reproducido el 9-2-08 por Clarín):‘‘El estadounidense ahorrativo, una pesadilla para la economía global’’. Durante los años del auge inmobiliario, los estadounidenses obtenían más de 800 mil millones de euros al año por sus viviendas, a través de la refinanciación de hipotecas, la venta de viviendas y las líneas de crédito con la vivienda como aval. La caída de los precios inmobiliarios ha reducido drásticamente esa fuente.’’
Solo en hipotecas inmobilíarias (burbuja en hipotecas), se ha perdido para el consumo una cifra cercana a los 100.000 millones de dólares mensuales en EE.UU. Otro tanto ha ocurrido con los miles de millones de dólares de renta y beneficios que provenían de acciones de cientos de empresas como Enron y General Motors, y centenares de bancos de los más grandes. Acciones que hoy no dan renta ni beneficio y han perdido el 80-90 % de su valor, propiedad de millones de norteamericanos, cuyo nivel de consumo provenía también de esas rentas. Todo esto no pasa solo en EE.UU. sino en muchos otros países sobre todo del primer mundo.
Esta abrupta, y terminante reducción del poder adquisitivo y por ende de la posibilidades de consumo, se dá en simultáneo con el crecimiento de la capacidad roductiva por el avance tecnológico, así se agravan y agudizan las contradicciones. En estas condiciones dentro de la economía capitalista, antes o después se agotan las posibilidades de un país o de una región para contener y moderar los golpes de la crisis. Y llegado esos límites la contradicción de intereses se pone al rojo vivo. ¿No sería un suicidio que, llegado ese momento, los trabajadores y los pobres solo esperemos soluciones desde arriba?, pues cuando los intereses chocan lo que decide es la fuerza de cada uno de los intereses.
C) Vimos que la producción y su dinámica es la punta del ovillo. Es imposible detener el avance de la capacidad productiva, pues cada capitalista esta obligado a incorporar nueva tecnología o, antes o después, pierde su lugar. Veamos más de cerca, pues, cual es el curso de desarrollo de esa dinámica productiva.
Mayor producción requiere:
1.- tecnología más costosa (y que se debe renovar cada vez más seguido), y
2.- mayores cantidades de materia prima y materias auxiliares.
3.- eliminación de mano de obra por utilización de esa tecnología más productiva.
El capitalista debe invertir para comprar esos elementos para producir, por ende, el valor de la tecnología, de las materias primas y auxiliares, etc. ya existía antes de comenzar esa producción. En cambio, el valor que agrega el trabajo de la mano de obra no existe previamente, solo comienza a existir cuando se empieza a trabajar.
Por ejemplo, un metro de cuero tiene un valor de 10 $, y la proporción del desgaste de la herramienta que se va a utilizar es 0,5 $, ambas cosas existen y tienen un valor o un precio, que el capitalista debepagar previamente (en el caso de que ese capitalista no pague eso previamente de su bolsillo, porque le financian el pago de esos elementos, los pagará posteriormente, en general con un interés agregado).
Cuando el obrero no ha empezado a fabricar con ese cuero un par de botas, todavía el valor que agrega ese trabajo no existe. Ese valor tiene existencia real cuando el trabajo de una jornada se efectuó; pero entonces, en vez de un metro de cuero que vale 10 $, tenemos un par de botas que vale 25,50 $, (ahora en las botas tenemos el valor del cuero: 10 $, más el valor del desgaste de la herramienta utilizada: 0,50 $; más el valor que agregó el trabajo que se hizo: (supongamos) 15 $. El trabajo agrega valor al convertir el cuero en botas, y de ese valor agregado por la jornada de trabajo proviene el salario del obrero y la ganancia del capitalista.
Supongamos que esos 15 $ se reparten por igual entre el salario del obrero y la ganancia del capitalista: 7,50 para cada uno.
Veamos la cuenta:
materia prima (cuero). ....... 10 $
desgaste de la herram. ....... 0,50
valor jornada
trabajo obrero ................... 15
valor par de botas $ 25,50
El patrón invirtiendo 18 $ (10 cuero + 0,50 desg. herram. + 7,50 salario): obtiene 7,50 de ganancia.
Si el capitalista (todos los capitalistas que tengan el suficiente monto de capital) se ve obligado por la competencia en el mercado a poner nueva tecnología, veamos que sucede.
La nueva tecnología es mucho más productiva que la anterior y permite fabricar (supongamos) 3 pares de botas en una jornada, (este salto de productividad se puede dar en uno o más ciclos de nueva tecnología). Veamos la cuenta ahora:
Desgaste de la herramienta nueva: 1 $ en la jornada, (el doble que antes, pero ahora hace 3 pares y no uno, o sea, que por cada par de botas el desgaste de la herramienta es más bara- to)...................................... 1 $
cuero para 3 pares......... 30 $
valor que agrega la
jornada del obrero .......... 15 $
total ............................... 46 $
Ahora el capitalista para ganar como antes 7,50 $, debe invertir 38,50 $ (30 cuero, + 1 desg herram + 7,50 salario de la jornada de obrero) y no 18 $ como antes, ahora ganar lo mismo exige invertir más del doble. ¡¡¡Y encima, ahora debe vender 3 pares y no uno solo!!!
Antes un obrero que ganaba 7,50 $ de salario producía un valor de 25,50 $. Ahora ganando lo mismo, 7,50 $ produce 46 $. La distancia entre el poder adquisitivo de la sociedad y el total de lo producido para la venta se agranda. Si bien el par de botas bajó de precio, antes un par valía 25,50 $, ahora 3 pares valen 46 $, cada uno 15,33 $. Y para ganar los 7,50 $ el capitalista debe vender los 3 pares de botas.
¿Agrandar la ganancia bajando el salario?, es posible, pero... acogota más al poder adquisitivo o sea las ventas; y, en realidad, solo patea para adelante por poco tiempo el achique de la ganancia, hasta el próximo avance tecnológico.
Sin ganancia, ¿quién produciría?. La ganancia es la razón de ser del capitalismo. ¿Cómo se mide?, por cuanto se gana en relación a cuanto se invirtió. Y vimos que con cada avance tecnológico se agrandan los montos a invertir para seguir en carrera y se achica proporcionalmente el monto de valorque agrega el trabajo, y por ende el porcentaje de ganancia. Y, además, hay que vender cada vez más cantidades, lo que provoca una competencia más y más dura, que también afecta, por su lado, la ganancia. Por ende, la productividad ya alcanzada conspira contra la razón de ser del capitalismo. El previsible avance de esa productividad en el futuro inmediato triturará ese porcentaje más y más, ¡¡¡ y no hay fuerza en el mundo que pueda impedirlo!!! .
¿Será por eso que el vocero del capital financiero mundial dice: Clarín, supl. iEco, 7-9-08: El semanario (inglés) The Economist días atrás comparó la actual crisis con esos monstruos de las películas de terror que son inmunes a las balas. ‘‘Las autoridades la han bombardeado con rebaja de la tasa de interés, rebajas de impuestos, planes especiales de liquidez, y rescates bancarios, pero la criatura sigue avanzando amenazando a cada paso con hacer nuevas víctimas.’’
Por lo tanto, más allá de las maniobras que puedan hacer, más allá de que sea esta crisis o la próxima, que no estará lejana, lo que tenemos delante nuestro es el derrumbe del capitalismo como sistema de producción. Derrumbe causado no por factores externos, ajenos al sistema, sino por su imposibilidad de sobrevivir al enorme y crecientemente acelerado desarrollo de la capacidad productiva.
Con lo que queda dicho que el capitalismo cumplió su cometido y llegó a la cúspide de su desarrollo y su capacidad. A través de la competencia, y si se quiere de la codicia, persiguió el objetivo de la máxima ganancia, y ambas, competencia y codicia, empujaron la capacidad productiva y la revolución tecnológíca constante, al servicio de esa máxima ganancia. Jamás el capitalismo se propuso otra cosa, nunca busco ser ético, moral ni humanista.
De lo que hagamos o no hagamos los trabajadores depende que ese derrumbe abarque o no al capitalismo como sistema de dominación: que al desenlace del derrumbe quedemos en camino hacia una sociedad cuyo valor supremo sea el ser humano y la naturaleza y no la riqueza y el capital, o que nos deslicemos por la decadencia y la degradación, al caos social, de lo cual ya hay sobrados síntomas (sin hablar de males como los ecológicos)
Publicado el 2/2/2009
